El árbol de cocobolo es una joya natural que se encuentra presente en Panamá en poblaciones como Garachiné y Chimán, en la provincia de Darién.
En Conjunto con @ProtegeryServir procedimos con la captura de un ciudadano y el decomiso de madera de Cocobolo en la provincia de Los Santos. El implicado fue puesto a órdenes del @PGN_PANAMA #FuerzaEcológica #ReforestaPanamá #TodoEsPorTi pic.twitter.com/5Qge07YH3E
MiAMBIENTE Panamá (@MiAmbientePma) 11 de octubre de 2018
La demanda creciente por la madera para muebles y otros usos, especialmente en el mercado extranjero, ha llevado a un aumento de la tala y exportación ilegal en diversos países sobre todo en Panamá.
Para proteger la madera del tráfico, las autoridades panameñas ha intensificado sus medidas de control y pidieron recientemente que el cocobolo sea incluido en una sección especial de CITES, la Convención Internacional sobre el Comercio de Especies Amenazadas, pero a pesar de eso la tala sigue.
Según las últimas cifras del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), durante los últimos años se ha logrado controlar la tala ilegal de madera en el país en 68%, pero la meta da completar es de 100% para el 2020.
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Madera incautada y donación
Más de 8 mil pies cúbicos de madera cocobolo han sido decomisadas en Panamá este año; pero como guardar este producto no es una opción, ayer el ministro de Ambiente, Emilio Sempris, indicó que se está implementando un programa de donación de madera decomisada producto de la tala ilegal al Sistema Penitenciario, ya que anteriormente se subastaba y era devuelta al mercado.
El ministro de Gobierno, Carlos Rubio, señaló que esta madera permitirá la elaboración de diversos productos que forman parte de la Marca Penitenciaria "IntegrArte", demostrando que la resocialización es efectiva y una realidad.